Cinco días de noviembre en Palma de Mallorca

En el penúltimo mes del año no es frecuente viajar a un sitio de sol y playa. Muchos lo observarán como una decisión singular y poco acertada. Sin embargo, existen buenas razones para lanzarse a la aventura.

Pertenecer a un grupo de profesionales que trabaja en el sector servicios (hostelería y turismo) significa que la primavera y el verano suelen ser épocas de mayor carga de trabajo, ya que son los meses más populares del año. A la hora de viajar este colectivo descubre otras realidades; el otro paisaje natural y urbano.

Los lugares valorados popularmente como apetecibles cuando los rayos del sol lucen esplendorosos, reservan esencias que son más perceptibles en el otoño e invierno; en esa cotidianidad que transcurre en los días más cortos del año donde las lluvias tienen presencia. Es la ciudad en su estado puro.

5 Días de noviembre en Palma de Mallorca

Con información pertinente y con la intención de una experiencia  interesante, pero no estresante, diseñamos un plan de viaje de cinco jornadas para descubrir. 

Para aprovechar el tiempo y los maravillosos lugares que esa ciudad ofrece, priorizamos los intereses: historia, cultura y el arte. Esos son los puntos focales que guían nuestro itinerario, para luego, ese último día; pasear por sus calles, mirar a los paseantes e interrelacionar con ellos tratando de descifrar mil aventuras en el devenir de los pueblos

1º Día.- Alojamiento, reservas y comprobación de bonos/ billetes e información 

Llegamos a las 13:00 horas a una Palma de Mallorca que se abre afable, animosa y majestuosa al mar, invitando a la alegría de la luz del Mediterráneo…Aunque sea noviembre

El día de llegada sirvió para acoplar nuestro alojamiento, solicitar los billetes y bonos pertinentes para el bus turístico/ intermodal para Valldemossa y para las Cuevas del Drach. Después, pasear por el casco antiguo de la ciudad como forma de ubicación física del lugar. Además de tener un plan de viaje que  siempre permite cierta tranquilidad a la hora de afrontar y vivir intensamente los días de esparcimiento.

2º Día.– Bus turístico

Existe un autobús que con un bono de 24 horas y a un precio módico es posible disfrutar de un recorrido que facilita hacerte una composición global de la ciudad de Palma de Mallorca. Pues este servicio incorpora la localización de muchos puntos de interés histórico artístico.

Este bono va acompañado de un mapa con el recorrido completo y puntos destacados. El bus te permite subir y bajar cuantas veces quieras en las 24 horas de su validez. Es interesante hacer el viaje completo sin bajarte en la primera vuelta, pues es el modo de que sepas los puntos que más te interesan dentro de la propuesta. Otra cosa a tener en cuenta es la ubicación; a que lugares puedes llegar andando y que puntos es provechoso usar el autobús. 24 horas no es mucho tiempo, sobre todo en invierno. La ciudad no es complicada y hay monumentos a los que podemos llegar andando; como la Catedral y el Palacio o el paseo marítimo.  Aquí te recomiendo el uso del autobús:

• El castillo de Bellver: de estilo gótico fue construido a principios del siglo XIV por orden del rey Jaime II de Mallorca.
• El pueblo Español; se trata de un conjunto de arquitecturas representativas de España en el intento de reflejar las peculiaridades de los diferentes territorios del estado. Está situado en el barrio de Son Espanyolet, frente el palacio de Congresos y de camino al Castillo de Bellver. Su construcción se inició en 1965 y fue inaugurado el 9 de marzo de 1967.
• La Fundación Miró: se encuentra en esta misma dirección del castillo

El Castillo de Bellver ubicado en un monte a 3 Km. de la ciudad, ofrece excelentes panorámicas del puerto, de la ciudad,  de la sierra de la Tramontana y el Pla. La traducción de Bellver al castellano es bella vista, y ciertamente el nombre es de justicia. Lugar imprescindible en la visita a Palma de Mallorca, dispone de planta circular, una característica que solo unos pocos castillos de Europa poseen. Su estado de conservación es excelente tanto en la estructura interior como exterior. El lugar tuvo varias funcionalidades a lo largo de la historia; se destinó a gobernanza en la antigüedad, lugar de reclusión (Jovellanos sufrió cautiverio entre 1802 y 1808, fue allí  donde escribió Memorias del castillo de Bellver en 1805). En la Guerra Civil  española (1936-1939) fue cárcel.  Hoy aloja el Museo de Historia de la ciudad de Palma y se realizan actos culturales que organiza el propio  Ayuntamiento.

El monumento es mirador que contempla la belleza de la ciudad y que invita a pasear por su historia. Al tiempo, y como es natural, tiene una posición estratégica como solían tener las fortalezas medievales para defensa de los invasores que llegaban por el mar.

3º Día.- Toca completar el tiempo del bono del autobús turístico. Además de los monumentos del centro 

Los días en este mes del año son cortos, por eso el madrugar y caminar provistos de unas cómodas zapatillas deportivas facilitará completar el itinerario de aquellos sitios que son accesibles andando, y que hayan podido quedar sin visitar:

• La Almudaina es el Palacio Real o Alcázar Real de Palma de Mallorca,
• La Catedral-Basílica de Santa María o Catedral de Mallorca. Nombrada por los mallorquines en catalán La Seu. Dispone de estilo gótico levantino (solo podrás visitarla por la mañana)
• Iglesia de San Francisco
• Iglesia de Santa Eulalia
• La Lonja, hoy lugar de exposiciones, cerca del paseo marítimo
• Patios mallorquines

La iglesia de San Francisco y la de Santa Eulalia nos las encontramos de camino a la Seu; edificio principal religioso en la ciudad; inolvidable y esbelta catedral con unos rosetones impresionantes cuyas dimensiones y vivos colores quedarán impregnados en nuestro recuerdo. En dos ocasiones al año, la luz que penetra a través del rosetón, se proyectan en la piedra del interior del templo en una explosión de colores conformando un bello espectáculo. Precisamente noviembre, es una de esas dos fechas del año donde la Catedral de Santa María (La Seu) muestra esta peculiaridad.

La Catedral-Basílica es una joya para los mallorquines, pero también para el que observa la enigmática figura que se muestra con gracia, elegancia y hasta con forma altanera en su mirada al mar. A su lado, se sitúa el Palacio Real de la Almudaina, lugar institucional donde el rey cuándo está en la isla preside las recepciones oficiales a personalidades españolas o extrangeras, o para despachar asuntos de estado. Mientras que el Palacio de Marivent es la residencia propiamente dicha de los monarcas durante su estancia en la isla. El Palacio de la Almudaina está abierto parcialmente al público. Sus estancias amplias y majestuosas ofrecen vistas al mar y hacia un lago artificial que la ciudad construyó en el entorno a la Seu y al Palacio, otorgando una ubicación privilegiada a estos  espacios. La visita del Palacio ofrece la posibilidad de una terraza poderosa que domina el mar con una despejada panorámica y una bella entrada con un patio señorial típicamente mallorquín.

Caminar por Mallorca  te permite admirar los bellos patios mallorquines; espacios alegres, abiertos y cuidados con esmero que constituyen toda una tradición de los lugareños.

Resulta muy estimulante pararse en las cafeterías degustando sus platos y productos típicos: ensaimada, coca mallorquina (que no es de verduras como la valenciana, que es la que yo conozcía). También me llamó la atención unos paquetitos altos de masa; de vista muy apetecible, son como empanadillas. En sabor tiene un punto con la empanada gallega.

4º Día.- Visita al Museo Frédéric Chopin en Valldemossa

El bello pueblo de Valldemossa situado en el interior de la isla, fue el lugar escogido por el magistral músico Frédéric Chopin para residir junto a su amada, Aurore Lucile Dupin, que le acompañó en esta aventura con la finalidad de recuperarse de su enfermedad. Estuvieron 3 meses, de 1838 a febrero de 1939. Su vivienda en este tiempo fue la Cartuja, en una celda que hoy es museo. Transcurrido ese breve tiempo de residencia volvieron a París.

Ella era escritora, periodista y revolucionaria, se hacía llamar George Sand, y se vestía con ropa masculina. Sand escribió un libro en este tiempo “Un invierno en Mallorca”. Frédéric Chopin nunca se sintió de Valldemossa, a pesar de resultarle un lugar excelente para la creación… Y es que la pareja no fue bien acogida por el pueblo, siempre les vieron como extranjeros. Sin embargo, el museo de Chopin, en la Cartuja, contiene mucha documentación del tiempo que el músico permaneció en el pueblo.

La excursión desde Mallorca hasta aquí es merecedora y recomendable. Os puedo contar mi sensación según fuimos llegando con el autobús. La carretera era  estrecha y serpenteada, y poco a poco iba apareciendo ante la vista una imagen como de postal,  produciendo una emoción agradablemente pasmosa al contemplar la configuración allí en lo alto; con su iglesia que se alza y las casas bajas que lo acompañan en una composición armónica, casi perfecta. Supongo que este lugar montañés guarda las señas de identidad mallorquinas más fielmente por no tener la masiva afluencia turística que tiene la ciudad.

5º Día.- Visita a las Cuevas del Drach

Después de acercarnos a la intermodal de la ciudad; salimos en el autobús de línea hacia Porto Cristo, pueblo marinero en el municipio de Manacor, donde estaba el destino de nuestra visita. Allí bajamos en la primera parada, justamente es el lugar para acceder al recinto de las Cuevas del Drach. Esta era una visita obligada, no podíamos irnos de Mallorca sin ver la obra de la naturaleza que sorprende a propios y extraños. 

Estas Cuevas, sin duda, impresionan, y es que la naturaleza tiene esa grandeza constantemente del descubrimiento…En las Cuevas del Drach a ojos del visitante se combinan los efectos de erosión como proceso natural, el gran lago dentro de las cuevas, la ciencia por la ingeniería lumínica y la sensibilidad artística con ese pequeño concierto de música clásica que se le regala al visitante. Son la suma de todos esos elementos lo que consiguen culminar un espectáculo con efecto óptico que sobrecoge al espectador.

Al salir, nos fuimos caminando (10 minutos) a Porto Cristo para tomar un café en el bonito paseo marítimo, y es que en esta ocasión cogeremos el autobús en la parada del Puerto deportivo.

Así fue como acabamos el quinto día de nuestro placentero viaje a Palma de Mallorca que culminaba las expectativas y la recompensa de una feliz experiencia en noviembre. Aunque si es cierto, que el descanso de este último día, previsto en el plan de viaje, tuvimos que acoplarlo de otro modo. Pero siempre queda la posibilidad y de la naturalidad de improvisar un poquito.  

Galería de fotos@Mariel Norat

Como consejo

• Además de la posibilidad de organizarte tus propios viajes desde la estación intermodal, que te informará de los destinos y horarios, o de consultar por internet, también puedes hacer uso de la gran oferta turística con viajes organizados que existen en la propia ciudad.  
• Consultando horarios de autobuses de línea de ida y vuelta de los lugares. En algunos casos, como es  la Cuevas del Drach, tienes unos horarios de entrada que debes cotejar para que todo te coincida.
• Recordad que los domingos algunos museos y monumentos son gratuitos. Por otro lado, los carnes de estudiantes, jubilados o pensionistas tienen rebaja en algunas entradas