El holandés volador

Johan BarcaDesde el pasado 24 de marzo tengo una deuda conmigo mismo y con mi gusto por el fútbol que hoy quiero saldar. Ese día moría en Barcelona Hendrik Johannes Cruijff y con él, se iba una parte fundamental de la historia del deporte rey.

Johan Cruyff, como fue mundialmente conocido, nació en Ámsterdam el 25 de Abril de 1947. Su familia tenía una frutería al lado del campo de de un equipo casi amateur y desconocido para el gran público, el Ajax de la capital holandesa. Cuando el pequeño Johan contaba con 12 años, su padre murió y su madre oficializó una nueva relación con el cuidador del terreno de juego del estadio. Desde ese momento la relación entre Cruyff y el Ajax sería indisoluble.

Durante su infancia, el joven Cruyff creció pegado a una pelota y su ingreso en las categorías inferiores del los de Ámsterdam estaba cantado.

En las décadas de los 50 y 60 el fútbol holandés no pasaba de ser una anécdota a pie de página entre las grandes potencias continentales pero fue precisamente la irrupción de Cruyff la que cambió radicalmente este panorama.

Como muestra de lo que era el fútbol de su país antes de él, baste reseñar que Jhoan fue el segundo futbolista profesional en Holanda tras su compañero del Ajax, Piet Keizer.

Su debut con el Ajax se produjo en 1964 en un partido ante el GVAV Groningen en el que anotó el único gol de su equipo en una derrota por 3 a 1. A partir de este momento, su figura se agigantó y llevó al Ajax a dominar Holanda y a todo el continente europeo.

De la mano del legendario entrenador Rinus Michels, el Ajax se asomó al gran escenario en el año 1969 cuando perdió la final de la Copa de Europa ante el AC Milán en el Estadio Santiago Bernabéu por 4 a 1 pero sentó las bases para su posterior dominio del torneo.

Tras la victoria del también holandés Feyenoord de Róterdam en 1970, el Ajax encadenó tres títulos consecutivos (el primero a las órdenes del propio Rinus Michels y los dos siguientes con el rumano Stefán Kovács en el banquillo).

Estos títulos tuvieron un denominador común: el dominio aplastante de un futbolista total nunca visto hasta entonces, Johan Cruyff (ganador de tres balones de Oro en 1971,1973 y 1974).

En la temporada 73-74 el Ajax pactó con el Real Madrid la venta de Cruyff al equipo blanco a espaldas del jugador. La respuesta de este no pudo ser más contundente. Se negó a ir al Madrid y obligó al Ajax a vender su pase al máximo rival de los blancos, el FC Barcelona.

Cruyff llegó a un Barcelona descolgado en la clasificación y, de su mano, los blaugrana protagonizaron una espectacular remontada (en la que destaca el 1 a 5 que infringió al Real Madrid en el Bernabéu) para lograr un añorado título de Liga.

En el verano del 74, Cruyff y los demás integrantes de la selección holandesa fueron la sensación del mundial disputado en la República Federal Alemana y sólo el empuje de los anfitriones les privó de la Copa del Mundo (ganó Alemania por 2 a 1).

De aquí en adelante, la carrera de Cruyff fue decayendo poco a poco y tras el Barcelona jugó en diversos equipos (Los Ángeles Aztecas, Washington Diplomats, con un breve paso por el Levante UD en 1981, Ajax y Feyenoord).

Tras abandonar la práctica activa del fútbol, Johan pasó a los banquillos sin solución de continuidad. Entre 1985 y 1988 dirigió al Ajax de Ámsterdam en el que daba sus primeros pasos otra leyenda del fútbol, Marco Van Basten (juntos ganaron, entre otros títulos, la Recopa de Europa en el 87).

En 1988 el Barcelona, harto de la superioridad del Real Madrid de la Quinta del Buitre en la Liga (ganaría cinco títulos consecutivos), llamó a Cruyff para acabar con esta hegemonía de los blancos. Entre 1988 y 1996 el Profeta del Gol, llenó las vitrinas del Camp Nou con cuatro ligas, una Copa del Rey, una Recopa y una Copa de Europa, entre otros títulos.

Al margen del palmarés directo, Cruyff dotó al Barcelona de un estilo inconfundible e innegociable del que han sacado provecho entrenadores como Luis Van Gaal, Frank Rijkaard, Pep Guardiala o, más recientemente, Luis Enrique.

La prueba más palpable de esta tremenda influencia de Cruyff en el Barcelona es el hecho de que a su llegada a la Ciudad Condal en 1988 el BarÇa tenía en sus vitrinas 10 títulos de Liga y ninguna Copa de Europa. Hoy en día la cuenta está en 24 Ligas y 5 Champions League.

Dicen que: “quien hace más fuertes a nuestros enemigos merece todo nuestro respeto” y este breve escrito es mi manera de mostrar mi admiración a una leyenda. Gracias, flaco!!!

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