Basándose en la teoría enunciada por Samuel Butler en el siglo XIX, según la cual La Odisea (siglo VII a. de C.) es en realidad la versión escrita por una mujer de un poema homérico anterior, el escritor inglés Robert Graves elaboró la novela histórica La Hija de Homero (1955).
El autor de obras tan destacables como Yo, Claudio (1934), adaptada a la ficción televisiva por la BBC en la década de los 70, o La diosa blanca, <<gramática histórica del mito poético>> (1948), despliega su gran talento y su conocimiento profundo de la Edad Antigua en este relato maravilloso que deleitará al lector, especialmente si es amante de la cultura clásica y de sus monumentos literarios.
La historia está protagonizada por Nausícaa, la intrépida princesa italiana que conseguirá incluir La Odisea, fundamentada en su propia vida y en una composición previa en la que aparece una Penélope adúltera, en el canon oficial del que son depositarios Los Hijos de Homero, aedos que se dedicaban a ir por las ciudades de la Antigua Grecia cantando el legado del ilustre autor.
Además de muy original, la narración es verdaderamente divertida y presenta pinceladas varias de ironía… Una novela inteligente en la que los personajes del poema épico, precursor y pilar de la literatura occidental, son frecuentemente extrapolados con otros nombres a otros contextos, consiguiendo, no obstante, que la analogía entre situaciones de ambas obras sea consistente. Un libro muy recomendable, garante de buenos momentos.
FICHA
Título: La hija de Homero
Autor: Robert Graves
Editorial: Pocket Edhasa
Año de publicación: 1955
Año de edición: 2005La historia está protagonizada por Nausícaa
Nº de páginas: 378
Un personaje!!!!. Su autobiografía «Adios a todo eso». Expatriado en Mallorca, de forma voluntaria durante la II Guerra, no deja de sorprenderse de una sociedad ensimismada y aislada donde «aún podía uno colgar la cartera de un árbol y volver tres meses más tarde para encontrar su contenido intacto…» allí se quedó y allí murió. Puede visitarse su tumba en el cementerio de Deiá, desde donde pueden verse una de las vistas más bonitas de Mallorca.