Crónica de un festival (o cómo descubrí que me entusiasma el cortometraje)

Santiago de Compostela se convirtió en la capital europea del cortometraje durante una semana. El culpable: el Festival Internacional Curtocircuito, que entre los días 6 y 11 de octubre desarrolló actividades con el leitmotiv audiovisual en diferentes espacios culturales de la ciudad.

Curtocircuito

El otoño se ha convertido en mi época del año predilecta. Tres son las razones que han desplazado mi preferencia por el periodo estival a la estación de los mil y un matices marrones:

1. El tiempo. El verano en la capital gallega no es, ni de broma, garantía de buen tiempo. Los días soleados y calurosos son cada vez más extraños, y las gafas de sol un accesorio prácticamente inútil en esta región del planeta.

2. Las trencas. ¡Me encantan!

3. El cine. Santiago en otoño es cine, una explosión de puro fervor cinéfilo.

Además de Compostela Cine Classics, los picheleiros tenemos la oportunidad de disfrutar de varias citas festivaleras. La primera de ellas es Curtocircuito, a la que tuve el placer de asistir y en la que pude comprobar no solo que existe mucho talento dentro y fuera de nuestras fronteras, sino que también hay mucha gente dispuesta a apoyarlo. La cultura no vive sus mejores momentos, y consumirla es casi una cuestión de resistencia.

La undécima edición del festival contó con tres secciones competitivas: Radar, con propuestas narrativas más habituales, Explora, más experimental, y Planeta GZ, integradora de la producción audiovisual gallega. También hubo charlas y talleres en diferentes zonas de la ciudad, como la Sala C o el CGAC, y secciones paralelas destinadas a los más pequeños o monotemáticas.

La verdad es que la experiencia de visionar varias historias en una hora y cuarto que duraba, aproximadamente, cada sesión, me pareció muy gratificante. Puedes no disfrutar con un cortometraje en concreto, pero es cuestión de tener un poco de paciencia et voilá, ya hemos cambiado a otro relato que posiblemente haga de tu incursión en la sala de cine algo que merezca mucho la pena. De los títulos que proyectaron, me impactó especialmente Laborat (2014), de Guillaume Cailleau, galardonado en la última edición de la Berlinale. Con él, nos adentramos en el mundo de la experimentación científica con animales. Más allá de las cuestiones éticas y de las argumentaciones a favor o en contra, he de decir que las imágenes, los primeros planos de la vivisección de una rata en el Centro de Investigaciones Oncológicas en Berlín, me resultaron tremendamente duras. A lo largo del certamen, otros cortos, de temas y fórmulas narrativas muy dispares, llamaron mi atención, entre ellos Hole (2014), de Martin Edralin, premiado por el jurado joven del festival con una mención honorífica (sin dotación económica) por su acercamiento a los problemas de sexualidad de las personas con discapacidad, u Orgullo (2013), dirigida por Pavel G. Vesnakov, en el que las creencias más tradicionales chocan con la libertad de los individuos para tomar decisiones sobre sus propias vidas en el seno de una familia.

Gala de clausura

Curtocircuito 2
El realizador Mike Hoolboom, y el director de cine y director del festival, Pela del Álamo.

La gala de clausura en la que se procedió a la entrega de los premios fue amena, a pesar de que muchos de los galardonados no pudieron asistir y tuvimos que conformarnos con un vídeo de agradecimiento en su lugar. Quien sí acudió fue Xacio Baño, director de Ser e Voltar (2014), una obra costumbrista, localizada en el agro gallego, que dibujó muchas sonrisas en los rostros de quienes atestábamos aquel día el Teatro Principal. Baño se erigió como ganador indiscutible de la noche con la recepción de dos merecidos premios: AGAG, al mejor guion gallego, y el premio Planeta GZ, al mejor corto gallego.

Curtocircuito se consolida, más si cabe, en la presente edición, como dinamizador de la vida cultural compostelana y avanza con paso firme en la línea de una mayor proyección internacional.

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La directora y guionista Neus Ballús y uno de los galardonados, el director y guionista Xacio Baño.

Lista de premiados:

Premio Crea, al mejor director gallego: Álvaro Gago pola su obra Curricán (2014)

Premio AGAG, al mejor guion gallego: Xacio Baño por Ser e voltar (2014)

Premio Radar: Traversées (Antoine Danis, 2013)

Mención Honorífica en esta sección a Daphne ou la belle Planté (Sylvain Derosne, Sébastien Laudenbach, 2014)

Premio Explora: Substanz (Sebastian Mez, 2014)

Mención Honorífica en esta sección a Hillbrow (Nicolas Boone, 2014)

Premio Planeta GZ: Xacio Baño por Ser e voltar (2014)

Premio del Público: Forever Over (Erik Schmitt, 2014)

Premio del Jurado Joven: Whasingtonia (Konstantina Kotzamani, 2014)

Mención Honorífica a Hole (Martin Edralin, 2014)

 

Fotos: Daisy Yang

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