Manifestación en contra de los recortes en Educación. Santiago de Compostela

 

Fotos: Daisy Yang

«Pública somos, pública seremos, pola privada nunca pasaremos», «Violencia é non chegar a fin de mes», «Menos curas e máis cultura», o «A culpa de quen é? Dos que votan ó PP», fueron algunas de las consignas coreadas ayer en Santiago durante la manifestación convocada por el Sindicato de Estudantes en el marco de la Huelga General del 21 al 23 de octubre. A las 12 de la mañana, cientos de jóvenes partieron de la Alameda a voz en grito, con paso firme y ágil, en contra de la política educativa del gobierno de Rajoy. Los manifestantes despertaban indiferencia, curiosidad, o complicidad y aplausos, en un recorrido que los llevó por las calles del Ensanche, el Hórreo, y por la zona monumental hasta llegar a la emblemática Praza do Obradoiro. Allí los esperaba una contramanifestación de sindicatos estudiantiles nacionalistas, AGIR, A Liga Estudiantil Galega, y Os Comités, que reventaron el acto con lemas como «Sindicato de Estudantes, sindicato de farsantes», o «Folga sí, pero non así», aduciendo que no se les había tenido en cuenta. Más allá de las réplicas que hubo entre manifestantes de uno y otro lado, no hubo ningún altercado, aunque la protesta en contra de los recortes terminó eclipsada por la división del estudiantado. «Hai que estar unidos», gritaba un manifestante, en esta lucha «non hai bandeiras», y en un momento, solo en un fugaz momento, pude oír y escuché un unánime «que viva a loita da clase obreira».

 

 

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