El cuaderno de Mayra

La primera impresión que nos llevamos de alguien al conocerlo, sin duda, se basa en la imagen que nos ofrece de sí misma, de la apariencia. Luego, claro está, contarán otros factores. Pero una imagen cuidada es más agradable y facilita las relaciones sociales, además, demuestra que uno dispone de tiempo para sí, para mimarse, aportando esa seguridad siempre deseada y una plena sensación de tener un aspecto estupendo. Todo esto es el resultante de la intecionalidad de estar guapos-as, y es así como se descubre las posibilidades que ofrece cada fisonomía, el como sacar todo el partido a nuestros rasgos y a nuestro cuerpo creando un estilo propio.
Tipos de vestidos
Cuando nos invitan a una fiesta es importante conocer los protocolos a seguir según cada ocasión. En las cuestiones del vestir, tener claro ciertos aspectos, facilitará nuestra agenda y dispondremos de la tranquilidad de tener un buen criterio para hacer un fondo de armario. No todas las invitaciones tienen la misma connotación, es por esto que se requiere una información adecuada para saber qué prenda es la apropiada. Podemos hablar de vestidos, femeninos y elegantes, donde la mujer escoge o realiza esa diferenciación dependiendo de la ocasión; los vestidos que usamos a diario, los casual, disponen de un estilo informal, cómodos y cortos. Por el contrario, los vestidos de noche, se utilizan en actos formales; cenas, eventos o galas. Sus características son las siguientes; largos y con colores más oscuros, aunque el rojo rompe esta excepción. Y por último, tenemos los vestidos de cóctel; apropiados para eventos que se realizan durante el día o la tarde. Estas prendas suelen ser más cortas que los vestidos de noche y permite una variedad de colores más amplia.
Estilo casual