- Te
máticas presentes en la obra Edipo Rey
La busqueda de la verdad por mucho que duela. ¿Quién mató a Layo?
Este es el tema tocado por Friedrich Nietzsche en base a esta obra clásica griega, “el abandono de la inocencia, de la cómoda ignorancia, es el destino cruel y heroico de Edipo, y su gesta consiste en su sacrificio”
La fuerza del destino, según esta narración la vida de cada uno se haya marcada incluso antes de su nacimiento.
El servilismo que recuerda Étienne de La Boétie cuando habla de los ridículos elementos que pueden servir a un rey para distinguirse del resto de los hombres y doblegarlos en base a la costumbre. Esto se puede observar en la escena donde Layo es asesinado a manos de Edipo. Cuando Layo va en el carro camino del oráculo, Edipo se coloca delante cortando el paso, Layo le insulta para que les deje pasar, pero este no obedece y mata a su escolta. Es entonces cuando el rey de Tebas se pone un gorro alto que simboliza su poder, pero Edipo no está acostumbrado al servilismo y no conoce el significado de su gorro, así pues, le mata con la misma furia que a los soldados. Otro aspecto que también manifiesta La Boétie en el “Discurso de la Servidumbre Voluntaria” es observable en esta creación, la servidumbre en el momento de la verdad huye; el siervo que abandona al rey en el momento en que Edipo le da muerte, curiosamente es el mismo criado que abandona al niño en el desierto.
- Sigmund Freud, basándose en esta obra nos habla del complejo de Edipo que es la condición central del totemismo. Las prohibiciones del totemismo (el incesto y matar al tótem) representan los dos deseos inconscientes centrales del conflicto edípico.
- La música como sedante del espíritu «al final, en la ceguera la flauta le sirve para aliviar el espíritu”
- Subyace en la obra la intención del conocimiento de uno mismo, el autoanálisis, aunque este cause dolor.
- El mensajero, el intermediario entre el mundo interior y el que trae las noticias de lo que ocurre entre las gentes. Primera parte