
«Nebraska es una historia agridulce, aderezada con toques de humor negro que consiguen desdramatizar una situación tan dolorosa y difícil como es la contemplación del deterioro físico y mental de las personas queridas.»
Últimamente pienso mucho en la muerte. Sí, sí, la MUERTE, con mayúsculas. Llamadme ceniza, pero estoy en ese momento en que uno saca a relucir su filósofo en potencia y recupera del ostracismo grandes cuestiones existenciales. La seguridad de que todos y cada uno de nosotros terminaremos criando malvas o, si lo preferís, esparcidos al viento sobre la mar picada, hace que me replantee seriamente las prioridades en la vida. A mí, así de primeras, se me ha dado por renegar de las novedades de la cartelera; el tiempo es un bien escaso y prefiero aprovecharlo en experiencias audiovisuales que auguren cierta garantía de calidad, aunque, a posteriori, se pueda descubrir que se trataba de una mera ilusión, un ardid o un engaño.
Nebraska (2013), el último título del realizador Alexander Payne, es una promesa cumplida. Con un sinfín de nominaciones a sus espaldas (a los Premios Oscar, los BAFTA, los Globos de Oro, etc.), entre ellas a mejor guion, mejor dirección y mejor película, el filme es una muestra de buen gusto e inteligencia tanto en el tratamiento y desarrollo de la historia como en la elección de los actores.
La trama argumental gira en torno a Woody Grant, interpretado brillantemente por Bruce Dern, un hombre en plena senectud, ex alcohólico y con claros signos de demencia. Un día, Grant recibe por correo un folleto publicitario que le atribuye un premio millonario y éste decide ir a buscarlo. David (Will Forte), el menor de sus dos hijos, decide mantener al anciano en su ensueño y acompañarlo en un viaje en coche que los llevará a cobrar el dinero ficticio desde Billings, Montana, hasta Lincoln, en el estado de Nebraska. A través de la narración de los acontecimientos vividos por padre e hijo durante el trayecto, el espectador y el propio David van conociendo aspectos de Woody que les son ajenos: sus amores, antiguas amistades, sueños frustrados y relaciones familiares.
Nebraska es una historia agridulce, aderezada con toques de humor negro que consiguen desdramatizar una situación tan dolorosa y difícil como es la contemplación del deterioro físico y mental de las personas queridas. La compasión y las atenciones dispensadas por David a su padre son un canto, una oda al amor que vence a los errores y los resentimientos del pasado. La sobriedad impuesta por el blanco y negro de la imagen no desluce ni reduce la naturalidad del relato, capaz de resaltar la belleza de la vida aun mostrando su revés amargo.
FICHA
Título original: Nebraska
Año: 2013
Duración: 115 min.
País: Estados Unidos
Dirigido por: Alexander Payne
Guion: Bob Nelson
Reparto: Bruce Dern, Will Forte, Stacy Keach, Bob Odenkirk, June Squibb, Missy Doty, Kevin Kunkel, Angela McEwan, Melinda Simonsen.