Ya sé que tenía 71 años de edad y que todos somos mortales, pero es doloroso la desaparición de alguien que ha puesto melodía al despertar de la vida de varias generaciones, eso tiene una simbología especial. Descubrí a Lou Reed en la pubertad, la década de los ochenta, y lo celebré bailando…pero también soñé, lloré y reí con su música de fondo. El pesar que siento por su pérdida bien pudiera ser el de mis padres o el de mis hijos, y es que la gente con talento que consigue hacer algo diferente, escapar a los condicionamientos sociales, no son pompas de jabón, permanecen muy presentes en un recuerdo compartido de varias generaciones.
A los rebeldes de naturaleza, a los rebeldes lógicos por la edad que busquen referencias, en este caso de la música, encontrarán un puñado de rupturistas y entre ellos estará Lou Reed.
Nacido en marzo de 1942 en Brooklyn-Nueva York, fue considerado una de las voces más célebres de la historia de la música. Reed, rompió con los convencionalismos y la moral de la rígida sociedad norteamericana de segunda mitad del siglo XX. 
El autor de walk on the wild side, mostró desde la juventud un carácter rebelde e inconformista. Su música, marcada por la época que le tocó vivir, goza de esa sensibilidad capaz de un gran artista que amaba la literatura. Protagonizó una carrera en solitario extensa y fuera de convencionalismos. Lou Reed, se dio a conocer en la escena musical a los 24 años como alma mater de una de las bandas más influyentes de todos los tiempos The Velvet Underground, el liderazgo lo compartió con John Cale, uno de los artistas más cultos y extraordinarios que nos ha regalado el rock.