Las 10 mejores nuevas series de 2014

La cosecha televisiva de este año nos ha dejado agradables sorpresas. Entre la gran oferta desplegada por las diferentes cadenas de televisión han surgido unas cuantas series que merecen ser consideradas como las mejores del año. En esta lista se recogen los títulos de las diez  mejores series estrenadas en 2014, no aparecen series que lleven más de una temporada en antena ni títulos estrenados en 2013.

10. Silicon Valley

Silicon Valley

Si es difícil hacer comedia más difícil es hacer comedia inteligente. El padre de Beavis and Butt-head, Mike Judge, creó esta comedia tecnológica compendio de lo disparatado, ridículo, excesivo, creativo y genial que puede ser el ambiente de Silicon Valley y el mundo de las nuevas tecnologías. Las desventuras de Richard, un tímido programador padre de un revolucionario compresor de datos, y sus compañeros, una pandilla de frikis, pueden resultar demasiado frías o incomprensibles pero su humor, heredero de la incomodidad patentada por The Office, es brillante, inteligente y moderno. La primera temporada, compuesta por ocho capítulos, guarda dos gratas sorpresas: el personaje de Erlich Bachman (T. J. Miller) y el  delirante secuestro de Jared (Zach Woods) por parte de un coche electrónico.

9. Penny Dreadful

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Esta especie de versión terrorífica de La liga de los hombres extraordinarios creada por John Logan utiliza personajes de la literatura gótica y del terror de finales del siglo XIX para crear una historia enfermiza y clasicista llena de oscuridad. Una historia que se cuece lentamente a base de mucho diálogo, largas secuencias e intensos silencios. Un ritmo pausado que a muchos se les antojó desesperante pero que logra una atmósfera única en la que se palpa el peligro y la sangre. Mención especial para una Eva Green excepcional que carga con el peso de la serie con increíble soltura y entereza; gracias a ella el conjunto suma calidad y credibilidad. Sus compañeros de reparto lo intentan pero pocos consiguen estar a su altura. El terror televisivo está de enhorabuena porque Penny Dreadful es una obra hipnótica y envolvente. Tendrá segunda temporada.

8. Halt and Catch Fire

Halt and Catch Fire

El argentino Juan José Campanella dirigió los dos primeros capítulos de este drama sobre los pioneros de la informática ambientada en la década de los 80. Un trío protagonista con garra, unos secundarios con peso y una carrera contrarreloj para construir un ordenador personal son las claves de una de las series maś personales del año. Una serie hermética, austera y perfectamente ensamblada que recuerda a Rubicon, ya no solo porque sea de la misma cadena (AMC) sino también por su ritmo pausado y su estilo formal.  A favor de esta delicatessen para amantes de la tecnología: una banda sonora de grandes temas de los ochenta, una magnífica cabecera , una buen repaso a la moda de aquel tiempo y unos capítulos redondos.

7. You’re The Worst

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El amor en los tiempos del cinismo existencial, el amor en la época del Whatsapp, el amor en la era del culto al individualismo… La comedia revelación del año trata sobre dos personas horribles, egoístas y cínicas que se conocen, se reconocen y se aceptan. A partir de ese momento desarrollan una no relación que, basada en la indefinición, recorre todos los lugares comunes de las romcom ofreciendo una visión satírica y cargada de intención del ideal romántico que nos han inculcado. Personajes entrañables, creíbles y humanos y situaciones delirantes e incómodas alrededor de la pareja, los amigos, el sexo y la inmadurez emocional de los protagonistas.

6. The Honourable Woman

The honorable woman

¿En quién confías? ¿Cómo lo sabes? ¿Por lo que aparentan o por lo que dicen? ¿Qué hacen? ¿Cómo? Todos tenemos secretos. Todos decimos mentiras. Pero a veces, pocas, algo pasa que no te deja otra opción que revelarlas. Para que el mundo vea quién eres realmente. Tu yo secreto. Pero casi siempre contamos mentiras. Ocultamos nuestros secretos a los demás, a nosotros mismos. Y la forma más sencilla de hacerlo es que ni siquiera sepas que lo son. Así que cuando piensas en ello de esa manera, es asombroso que confiemos en alguien.

Hugo Blick, responsable de este thriller, plantea un entramado argumental repleto de suspense centrado en el conflicto  entre Israel y Palestina Maggie Gyllenhaal es Nessa Stein, la protagonista de una historia que no se ve, se devora.  Una serie cruda y realista repleta de zonas grises que no hace concesiones ni dulcifica la realidad para que sea más digerible, más exportable. Podría escribir muchas cosas sobre The Honourable Woman pero lo cierto es que lo mejor es verla y dejarse llevar.

5. Fargo

Fargo

Trasladar a la pequeña pantalla la admirada película de los hermanos Coen parecía un proyecto abocado al desastre pero Noah Hawley, showrunner y guionista, logra crear un drama policíaco cargado de humor negro que recupera y adapta el espíritu de Fargo. La estética, el punto surrealista, el ambiente, la incomodidad, la estupidez humana, el paisaje helado e inalterable, la miopía policial, la obstinación del sabueso… todo está ahí. A esto hay que sumar unos personajes hipnóticos como Lorne Malvo (Billy Bob Thorton) y patéticos como Lester (Martin Freeman) y sorprendentes como Molly (Allison Tolman). La trama discurre lentamente a lo largo de diez capítulos pero con subtramas que entretejen un cosmos donde se mezclan crímenes, asesinatos, extorsiones, secuestros y problemas familiares. Fargo tiene ritmo, profundidad, alma; es un placer para el espectador y una sorpresa para el cinéfilo. Imprescindible.

4. Happy Valley

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I’m Catherine, by the way. I’m forty-seven, I’m divorced, I live with my sister – who’s a recovering heroin addict. I have two grown-up children. One dead and one who doesn’t speak to me. And a grandson! So.

La BBC nos regaló este verano una gran serie dramática y un gran personaje femenino, Catherine Cawood, jefa de policía de un pequeño pueblo donde la avaricia, la estupidez y la cobardía se alían para cometer un crímen. Catherine se verá envuelta en una investigación que desenterrará fantasmas de su pasado y la obligará a enfrentarse a sus miedos.  Una propuesta de gran calidad, con un espléndido guión y una Sarah Lancashire capaz de traspasar la pantalla con su intensidad. 

3. The Leftlovers

The Leftlovers

Este drama de la HBO es una exploración del dolor humano -individual y colectivo- ante un acontecimiento inexplicable.  Damon Lindelof y Tom Perrota, recrean un mundo donde el 2% de la población desaparece, un contexto emocionalmente demoledor concebido para agitar al despertador. No todo el mundo conectó con esta historia y muchos tildaron de pretenciosa y aburrida una obra que nada a contracorriente entre producciones mucho más complacientes y condescendientes que nunca abordarían el dolor y la tristeza de manera tan correcta y directa. Entre todos los personajes destaca Nora Durst, interpretado por Carrie Coon, imposible no perderse en su desesperada mirada.

 2. True Detective

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Un plano secuencia, unas latas de cervezas, el Rey Amarillo, Carcosa. Todas estas cosas ya forman parte de la cultura popular que catapultó la obra de Nick Pizzolatto a la estratosfera. Durante ocho capítulos todos escuchamos atentamente los discursos susurrantes de Rust y sentimos la furia de Marty, seguimos la investigación del asesinato de Dora Lang y viajamos desde 1995 hasta 2012 a golpe de humo de cigarros y aventuras extramaritales. Una obra de autor con aspiraciones literarias y filosóficas que agradó a la inmensa mayoría y se le atragantó a unos pocos. A su favor, una ambientación muy cuidada, unos personajes principales consistentes, dos actores emocionalmente involucrados con el proyecto, una fascinante cabecera y un final, que para bien o para mal, apela al yo espiritual del espectador de manera efectiva.

1. Transparent

Jeffrey Tambor

La serie que aparece en todas las listas de «Lo mejor del año«, ciertamente lo merece. La obra de  Jill Soloway es una de las propuestas más valientes, honestas y sinceras de los últimos años. La aproximación a los personajes y a esa Maura -interpretada por un Jeffrey Tambor que podría ganar todos los premios de este año- es un ejercicio de sutileza y precisión, con apenas dos frases o gestos los Pfefferman comunican más que Rustin Cohle y sus largos soliloquios.  Obra indispensable que se zambulle en esa complicada cacofonía de soledades que es la familia moderna buscando, a través del estudio de la identidad sexual, respuestas a las cuestiones que inquietan las almas, superficiales y egoistas, de los protagonistas. 

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