Estrellas caprichosas

maldito_unitedHace unos días asistimos a la enésima muestra de indisciplina de una estrella del fútbol.

A falta de 20 minutos para la finalización del partido que enfrentaba a la U.D. Las Palmas contra el Real Madrid en el Estadio Insular, el técnico del equipo blanco, Zinedine Zidane, decidió substituir a Cristiano Ronaldo. El delantero portugués abandonó el terreno de juego entre evidentes muestras de desacuerdo.

Esta es sólo la última muestra del divismo del que hacen gala los futbolistas de alto nivel. Todos recordamos como, hace un par de temporadas, Lionel Messi se negaba a abandonar el campo cuando su entrenador, Luis Enrique, le reclamaba desde la banda.

Más famoso todavía es el episodio en el que un joven Samuel Etoo fue substituido en el Estadio de La Romareda en Zaragoza en el año 2000. Ante las protestas del delantero, el entrenador del Mallorca en ese momento, el desaparecido Luis Aragonés, agarró por el pecho al jugador camerunés y lo zarandeó delante de todos sus compañeros y de las cámaras de televisión.

Pero estos “caprichos de estrellita” no son exclusivos ni de la liga española ni del fútbol actual. Uno de los casos más sonados en los que las desavenencias entre un grupo de futbolistas y su entrenador acabó como el rosario de la aurora se produjo durante los escasos días en los que el mítico Brian Clough dirigió al Leeds United en la temporada 74-75.

Clough llegó al que, en aquellos momentos, era considerado el mejor equipo de Inglaterra con la difícil misión de substituir en el cargo a una leyenda del club como era Don Revie (que había aceptado el cargo de seleccionador unos días antes).

La llegada del tan polémico como genial entrenador no fue nada bien acogida por la plantilla del Leeds ya que este había sido muy crítico tanto con Revie como con sus jugadores, tachándolos de tramposos y sucios.

Durante su estancia en Leeds, Clough sufrió el vacío de gran parte del plantel con especial mención al capitán del equipo Billy Bremner y al fino centrocampista irlandés Johnny Giles (que había sonado como substituto de Revie, simultaneando las funciones de jugador y entrenador, antes de la llegada de Clough). En total, Clough solo duró en el cargo de entrenador del Leeds United un total de 44 días.

La odisea del lenguaraz Clough en Leeds quedó maravillosamente reflejada en la grandísima novela de David Peace, “Maldito United”, así como en la adaptación cinematográfica de la misma que dirigió Tom Hooper en 2009.

En un momento determinado del film, un derrotado Bian Clough (magistralmente interpretado por Michael Sheen) llama a altas horas de la madrugada a Don Revie para decirle: “lo has conseguido, enhorabuena. Tus chicos, los cabrones de tus hijos, no quieren que yo les entrene. Lo has conseguido. Me han cesado”.

Esta escena es un fiel reflejo del poder absoluto que, algunas estrellas, tienen en sus clubes. Este poder sobrepasa muchas veces el de los propios entrenadores e incluso el de los presidentes de las entidades, llevando a las instituciones a un estado de secuestro en manos de sus propios empleados. Al fin y al cabo, un futbolista no es más que un empleado (cualificado y muy bien remunerado) de un club, cosa que las estrellas nunca deberían olvidar.

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