La primera noticia acerca del BOTAFUMEIRO aparece en una nota marginal manuscrita del Códice Calixtinus en el Libro III Cap.III al folio CLXII “[…] ahora se engalana… con un gran incensario de plata, que discurre suspendido en la parte superior del templo por cuerdas, desde el portal norte al sur, lleno de carbones encendidos y portando incienso a un lado y otro de la parte superior de la basílica”, así lo manifiesta de puño y letra quien en el anonimato expresa la singularidad de la ceremonia en la Catedral de Santiago en los albores del S.XIV.
Junio/2014.-Bastantes años más tarde, visitó Santiago procedente de Portugal, Jerónimo Münzer, humanista, geógrafo y Médico Austríaco, llegó a la ciudad el 13 de diciembre de 1494 y cinco días más tarde nos detalla la ceremonia de la que fue testigo en la Catedral: “El 18 de diciembre celebran la fiesta que llaman los españoles de la Expectación del Parto de la Virgen, hubo también procesión solemnísima, magno incensario en el crucero y ricas vestiduras bordadas en oro”. Desde entonces, sucesivos BOTAFUMEIROS de metales y formas diversas se conocieron en la Catedral de Santiago, que puso en funcionamiento el “magno turíbulo” en las solemnidades habituales. De ello nos dejó noticia literaria el Premio Nobel D. Camilo José Cela “El Botafumeiro solo fuma para las solemnidades, como las señoras, solo para las solemnidades”
A pesar de la dilatada tradición de nuestro incensario, solo repetido en tiempos pasados en Tui y Ourense, le han salido en estos tiempos de globalización dos competidores en las tierras italianas. El primero, en la Iglesia de S. Francesco e S. Antonio de Cava di Tirreni- Salerno -Nápoles, moderna Iglesia que se reconstruye respetando los restos de la antigua del 1.500, destruida por los terremotos. El 14 marzo del 2009 fue elevada a la categoría de Santuario de la Resurrección en la solemne ceremonia que presidió el gallego D. José Rodríguez Carballo, ministro general de la O.F.M. y al día siguiente fue consagrada por el Arzobispo Mons. Orazio Sorricelli.
Desde el año 2010 funciona en dicha Iglesia un BOTAFUMEIRO ligeramente más grande y pesado que el de Santiago, los días trece de cada mes y hasta en nueve ocasiones durante el año litúrgico es balanceado por ocho tiraboleiros, un lanzador y un “capo escuadra” y la curiosidad es que oscila en la nave central de la Iglesia en dirección al altar.
Lo asombroso es que desde el 6 de agosto de 2011, fiesta de S. Emidio, gracias al interés de D. Moreno Lentilucci, párroco de la Iglesia de Stª María Assunta in Cielo de S. Angelo Limosano (MOLISE), también en Italia, funciona un segundo BOTAFUMEIRO que fue visto volando por la Iglesia ante el asombro de los fieles en siete fiestas señaladas del mes de agosto del pasado año de “crisis” 2011.
Como decía un viejo amigo mío “Cousas veredes… que vos farán caer do cabalo”. Cualquier día estaremos exportando a países exóticos las técnicas y las artes del Botafumeiro antes de que se enteren los chinos.
Publicado en la revista impresa Rúas magazine nº12 ( Año 2012)