Imprescindibles: 5 castros gallegos

Galicia está llena de maravillas. En estas tierras, el viajero puede encontrar lugares de extraordinaria y enigmática belleza. El patrimonio natural gallego es inmenso pero también lo es su patrimonio histórico y en esa categoría están situados los castros. Un castro es un poblado fortificado, protegido por murallas y fosos que sirven para defender el área habitada. Son poblados de forma oval o circular que, por lo general, se situaban en zonas elevadas o cercanas a la costa para que usar su entorno natural como medio de defensa.

Tenemos que remontarnos a la Edad de Bronce, al siglo VIII a. C, para hablar del origen de estos peculiares y característicos asentamientos que proliferaron por el noroeste peninsular y que empezaron a ser abandonados por sus habitantes en el siglo I d. C, momento en el que los romanos hicieron acto de presencia.

Visitar un castro es mucho más que “ver unas piedras más o menos bien colocadas en el monte”, frase que tuve la desgracia de escuchar de boca de un adolescente en el Castro de Baroña. Visitarlos es descubrir la historia de esta tierra y de las gentes que la habitaron. Visitarlos sirve para poner en valor la riqueza patrimonial y artesanal gallega. Visitarlos permite disfrutar de paisajes espectaculares.

Hay muchos yacimientos castrexos en Galicia pero aquí os dejamos constancia de los cinco que más nos gustan.

Foto: Wikipedia

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