¡Ay mis hijos!

lloronaUna de las muchas cosas que forman parte de la cultura mexicana, son sus leyendas.

En el país de los aztecas, se cuentan un sinfín de leyendas urbanas de lo que se denomina “terror”: la llorona, el jinete sin cabeza, las brujas, las diversas apariciones que se han presenciado en carreteras, son tan solo unas pocas de las que han pasado de generación en generación; de padres a hijos, de abuelos a nietos, etc.

México se ha caracterizado durante mucho tiempo por ser devoto de la religión Cristiana, y de ahí parten probablemente la coherencia de algunas leyendas.

“La llorona” es una historia típica: relata, a una mujer de la época de la conquista, que al enamorarse de un hombre de alta cuna, engendró tres hijos, sin embargo éste la abandonó (para casarse después con una dama de su mismo nivel social).

Tras ello, aquella mujer enamorada, ahoga a sus tres hijos en la profundidad de un río para después matarse ella.

Se dice entonces, que en algunas noches, especialmente las noches frías y ventosas, vaga por las calles vestida de blanco y flotando en el aire, gritando desesperada ¡mis hijos, ay mis hijos!

La planchada es otra leyenda.

Eulalia fue una joven enfermera que trabajó en uno de los hospitales de la capital mexicana; se enamoró de un doctor que tiempo después la dejó. Como consecuencia, la enfermera dejó de atender adecuadamente a sus pacientes, los cuales, algunos de ellos murieron como consecuencia de la mala atención que brindaba.

planchadaElla enfermó y murió en dicho hospital, donde se supone permanece desde entonces su alma en pena, la que vaga por las noches ayudando a los pacientes actuales.

Existen diversos testimonios de pacientes que cuentan haber sido atendidos durante el turno de la noche por una enfermera muy amable, la cual les asistía vestida impecablemente, pero sobre todo muy bien planchada.

La mujer de las carreteras.

Cuentan por ahí, que en algunas de las carreteras se aparece durante las noches, una mujer, la que pide a los conductores de los camiones un “aventón”; ellos han relatado que dicha mujer les pide que la lleven a un destino, sin embargo, desaparece en el camino.

La leyenda se hizo popular, y algunos aseguran que a pesar de no atender el llamado de la “parada” a dicha mujer,  se sube en los camiones y se sienta junto a los conductores.

No podían faltar las leyendas de brujas, que por cierto en todo México son bien conocidas: mucha gente tiene fe en ellas.

Se cuenta que por las noches de las festividades del día de muertos (1 y 2 de Noviembre) así como la noche de 31 de octubre cuando se celebra la noche de brujas (Hawolleen), éstas hacen conjuros y hechizos convirtiéndose entonces en animales o incluso bolas de fuego para acudir a hacer travesuras.

Se cree que cuando un niño nace, se deben de poner ajos cerca de él, ya que éste las ahuyenta para que no hagan daño alguno.

Otra de las creencias es que acuden a los cementerios a invocar a sus dioses o hacer maleficios.

carretera_nieblaLa gente asegura que las brujas se convierten en pájaros, también: en búhos o lechuzas.

En realidad existe un sinfín de historias acerca de las brujas en México.

Pero esas son algunas de las leyendas que forman parte de nuestra cultura, y varias de ellas tienen que ver con la forma de vida de las diversas culturas que se encuentran diseminadas en territorio mexicano.

Las leyendas forman parte del acervo cultural de los pueblos: parte verdad y parte ficción, conforman esas historias que nos llevan a una reflexión determinada, encaminada, por lo general, a recapacitar sobre la necesidad de actuar de buena fe y sin pensar en abusar de los demás.

O al menos, esa era la idea de algunos de sus autores.

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