¿Vives o sobrevives?

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Foto por Mariel Jimenez

Un día como cualquier otro mientras bebía café en una lluviosa tarde, conversaba con Cristina, una buena amiga gallega, y entonces me preguntó ¿Cómo es que vosotros sois tan felices? Yo no supe que responder, porque en cierta manera ella tenía razón, ¿Cómo es que los mexicanos éramos tan felices?

Alrededor del mundo se esparcen noticias nada agradables sobre la situación de México; la pobreza extrema, la violencia, la mala economía, la falta de trabajo, la falta de calidad educativa, un gobierno nada bueno para el país, entre otra infinidad de cosas.

Pero, ¿cómo es que ella veía aquello? ¿Cómo lo sabía? ¿Acaso  pasaba algo?

Analizando la situación podía darme cuenta cómo sonreíamos tanto a pesar de las adversidades de nuestra nación; hay detalles que pueden parecer pequeños para muchos o insignificantes para otros, pero para algunos pueden significarlo todo; un ejemplo de ello es la amabilidad: no cualquier persona tiene esa facilidad; sonreír constantemente puede hacer de la vida una hermosa canción, una sonrisa puede cambiar el mundo de alguien, una sonrisa y una palabra amable puede hacer feliz a cualquiera: no temas sonreír, regala sonrisas a todos, y cambiará tu vida!

En México las personas suelen dar las gracias siempre, no importa cuántas veces se requiera. No nos cansamos de agradecer por todo o por nada y no es que seamos tontos, simplemente es el espíritu de ser agradecido con todo, con cada cosa que tenemos o por las que no tenemos también, por que por alguna razón no se nos han dado, quizá por cosas del destino pero no por mediocridad, somos trabajadores aquí.

Prueba de ello es que cada persona extrajera que nos visita puede sentir ese calor humano que los recibe con los brazos abiertos, aquí todos son bienvenidos, todos son importantes, tenemos aún un corazón muy grande en nuestra población.

Por algunas manchas de la sociedad no se puede generalizar a los que aún hacen el bien sin mirar a quien.

“Puede que no tenga un duro en el bolso, pero tengo una sonrisa en el rostro y eso vale más que todo el dinero del mundo” Frase muy conocida de “Don Ramón Valdés”.

Un sinfín de personas alrededor del mundo tienen todo lo que desean, sin embargo, en muchas ocasiones se hacen la pregunta del siglo, ¿Por qué no soy feliz si tengo todo lo que quiero?; y me pregunto yo … ¿Quién les dijo a ustedes que teniéndolo todo serían felices?

El informe Mundial de la Felicidad, 2016 posicionó a México en el lugar número 21, mientras que España ocupa el lugar número 37.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) informa los parámetros en los que se basan para obtener el índice de felicidad en un país determinado, estos parámetros se dividen en dos grupos; el primero consta de información básica;

  1. Salud.- Mide la atención médica y las barreras de esta, así como la calidad de los servicios de esta.
  2. Educación.- evalúa el aprovechamiento, calidad, escolaridad, y nivel de educación y destaca por indicadores de educación comunitaria.

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    Foto por Carlos Santamaria.
  3. Diversidad ambiental.- cuantifica el acceso a servicios ambientales, el conocimiento ambiental de la población y destaca por el indicador de árboles sembrados por persona.
  4. Nivel de vida.- Mide los consumos de los hogares y el número de casas propias, entre otros. Destaca por medir la inhabilidad de hacer remodelaciones por hogar.
  5. Gobernanza.- En este se evalúa la calidad de los servicios públicos, la confianza en las instituciones y los niveles de seguridad, entre otros.

El segundo grupo;

  1. Bienestar Psicológico.- donde se estiman los niveles de estrés, prevalencia de emociones como celos, frustración, generosidad, y tranquilidad, entre otros.
  2. Uso del tiempo.- que cuantifica el tiempo que dedicamos a dormir, a la participación comunitaria, a la educación, al deporte, al cuidado de los demás y a meditar, entre otros.
    Vitalidad comunitaria.- estima la confianza y apoyo social entre los miembros de una comunidad, así como los niveles de seguridad, entre otros.
  3. – evalúa el conocimiento de la cultura propia (deportes tradicionales, festividades comunitarias, labores artesanales, etc.) así como el respeto y conocimientos de otras culturas.

Aun por encima de lo que todos sabemos sobre México y su inseguridad, falta de trabajo, mala economía, pobreza extrema, entre otros muchos factores que podrían hacernos muy infelices, los mexicanos somos así, somos simples.

La simplicidad no cae en la mediocridad; solo hace de nuestras vidas un balance entre el todo y nada, entre mucho y poco, entre feliz y triste; aquí la convivencia familiar es fundamental para la propia felicidad, aunque en muchos lugares del mundo consideran que México es un país atrasado por las creencias que aun subsisten de alguna manera; podemos decir que es un factor importante, ya que una gran parte de la felicidad consiste en estar en paz consigo mismo, y para ello aquí se practica la espiritualidad, la religión, el dar amor al prójimo, la solidaridad y un sinfín de valores que hacen de la convivencia una parte imborrable en nuestro día a día.

Alguna vez has pensado ¿Soy feliz en realidad?

Has sentido la brisa del viento acariciar tu rostro, has escuchado a los pajarillos cantar, alguna vez habrá que ir a ver el sol salir, es un espectáculo hermoso, la fresca lluvia y su melodía al caer en el tejado, los arboles meciéndose y tú en casa tomando una taza de café.

Has despertado hoy, tienes mucho que agradecer; agradece por sentir, porque tienes la capacidad de ser quien lluviaquieras ser, viaja mucho, piensa poco, siente más y déjate llevar; grita al viento siéntete parte del todo, porque el todo es tuyo, tú lo haces tuyo, las montañas están ahí conquístalas! Haz lo que te gusta hacer sin dañar a nadie, pero no pierdas tu vida tratando de hacer lo que la sociedad marca, porque el tiempo perdido jamás será recuperado, nunca sabemos cuándo llegará el fin, es por esto que necesitas sentir más y pensar menos.

Sonreír no cuesta mucho, aún no cobran por ello, dar las gracias siempre hará más sencillo tu día, de vez en cuando todos necesitamos de una caricia o un abrazo, pero sobre todo “haz el bien sin mirar a quien” eso te hará sentirte útil y satisfecho interiormente, la felicidad no llega con el materialismo, la felicidad ha estado desde siempre dentro de ti, lo demás solo son complementos, aprovecha tu vida, no sobrevivas ¡Vive!

«No elijas lo conveniente, lo cómodo o lo respetable, elige aquello que haga sonar una campana en tu corazón; y no pienses en las consecuencias, porque solamente los cobardes piensan en ellas»

Filosofía Zen.

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