Una marea humana recorrió las calles compostelanas manifestando su solidaridad con Cataluña y su derecho a decidir. El casco antiguo de la ciudad del apóstol reunió a multitud de personas; entre las que se encontraba José Manuel Beiras, Martiño Noriega, Néstor Rego, Rubén Cela, entre otros. Políticos, intelectuales, profesionales y ciudadanos en general que querían manifestar su desacuerdo y preocupación con el procedimiento que desde hace un tiempo tiene a todos pendientes del conflicto, produciendo una tensión significativa, y que esta llamado a ser un momento histórico después de la transición.
Un asunto que lejos de arreglarse por la vía política se enreda cada vez más en un sistema judicial en ausencia de la diplomacia necesaria para afrontar las diferencias entre el gobierno de Madrid y el de Cataluña. Esta situación a nadie se le escapa que repercute negativamente en la salud de la democracia y deterioro de una Constitución, la de 1978, que ya necesitaba ser actualizada.
En esta ocasión, mi mirada recurre a observar a dos políticas…Si las cosas dependieran de las alcaldesas de las dos grandes capitales de España (Madrid y Barcelona) parece que la cosa pintaría bien distinto. Manuela Carmena y Ada Colau demostraron, la última vez en el programa El Intermedio de la sexta, que en sus pensamientos reinaba la coherencia y sentido común.