<<Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada una a su modo>>
Un viejo amigo me dijo una vez que un gran escritor lo era no solo por escribir bien, o por contar grandes historias, sino que debía tener <<algo más>>. Ese algo que los diferencia y los hace únicos, ese <<duende>> de los músicos. La literatura de Lev N. Tolstói es poseedora de ese ingrediente tan especial, y abordar la obra de Anna Karénina (1878) es asomarse a una <<obra de arte perfecta>>, tal y como afirmó su compatriota y contemporáneo Dostoievski.
Tolstói inició este libro con la intención de titularlo Dos familias, adoptando finalmente el de Anna Karénina, el personaje de sino más trágico dentro de esta historia polifónica, profundamente humana y hermosa.
La voz de un narrador omnisciente nos va guiando a través de las vidas de los protagonistas, alumbrando las zonas oscuras, adentrándose en la mente de los personajes, en los recovecos del alma, en sus sutilezas y complejidades. Es verdaderamente impresionante la capacidad de descripción del escritor ruso, su genialidad a la hora de expresar de manera tan clara el hervidero de ideas que fluían a su alrededor en el contexto económico, político y social de una Rusia en permanente cambio, pero, sobre todo, su maestría en transmutar en palabras esa materia etérea, incorpórea de la que están hechos los sentimientos.
La obra, dividida en ocho partes, es un fresco de la sociedad rusa de finales del s.XIX. En sus páginas vibran la fe ortodoxa del imperio zarista, el paneslavismo, las tensiones geopolíticas con el imperio otomano, la aparición de nuevas estructuras políticas de cuño liberal, la preeminencia de la agricultura como actividad económica, la abolición de la servidumbre, los privilegios de la nobleza, la influencia de corrientes ideológicas como el comunismo, etc.
Anna Karénina es una monumental novela social y psicológica cuyo tema principal es la búsqueda de la felicidad de los individuos que choca implacablemente con los convencionalismos sociales. Quebrantar la estricta observancia de las normas sociales, por estúpidas que sean, es condenarse al estigma, el vituperio y la maledicencia general. El discurso de Tolstói, en este sentido, es claro: el juicio social incide en la percepción que tenemos de nosotros mismos, en nuestro estado anímico, nuestra salud física y mental.
A través de los personajes femeninos apreciamos el papel secundario de las mujeres, relegadas al ámbito privado salvo para buscar marido, exhibir finos vestidos e intervenir en charlas insustanciales; las mujeres solo son importantes en el sistema en cuanto que esposas y madres. Las relaciones de pareja son tratadas con honestidad, con la realidad como aliada, sin ceder a la ficción del mito romántico.
La pluma del escritor, su estilo elaborado, transforma lo complicado en sencillo. La prosa de Tolstói se construye sobre párrafos inmensos perfectamente hilados, fruto de una técnica depurada. Pese a la complejidad que encierra, la escritura del autor fluye a ojos del lector con una cadencia que atrapa y cuyo contenido ilumina. Tolstói proyecta luz sobre las sombras que acechan en cada recodo de la vida.
FICHA
Título: Anna Karénina
Autor: Lev N. Tolstói
Editorial: Alba minus
Año de edición: 2013
Nº de páginas: 1002