Ana María Matute y el poder de los sueños

Se suele decir, con mucho acierto, que la mejor manera de honrar la muerte de un escritor es leyendo su obra. Por ello, y porque su legado es trascendente e inspirador, me he sustraído a la lectura de Pequeño teatro (1954), primera novela de Ana María Matute (1925-2014), escrita cuando solo tenía 17 años. La historia, no obstante, no vería la luz hasta transcurrida más de una década, siendo galardonada con el Premio Planeta el año de su publicación.
Los hechos narrados se desarrollan en el pueblo costero de Oiquixa, lugar ficticio cuya bruma marítima sirve como telón de fondo a los anhelos y esperanzas de unos personajes que encuentran en el teatrillo de marionetas del viejo Anderea la alegoría perfecta a sus vidas. Porque Pequeño teatro es la historia de una huida, de una fuga a un futuro que en el tiempo presente se da por perdido, de la que se tiene nostalgia y se persiste en soñar; es la lucha contra el destino, ese titiritero simbólico que mueve a su antojo las articulaciones de sus muñecos de madera.

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

                            Calderón de la Barca, 1636.

Porque la realidad nos va arrebatando los sueños y con ello la propia sensación de vida. La contradicción a este respecto la hallamos en el personaje de Ilé Eroriak, quien encuentra la felicidad en su ignorancia, sin ambicionar ni desear nada, sin sentir menoscabo en su amor propio pese a carecer de la estima y el reconocimiento de los habitantes de esta Oiquixa provinciana, que encuentran en el chismorreo, en el juicio fácil e hiriente, su mayor distracción.

<<No pueden herirte sus palabras, porque estás por encima de ellas, de su aprecio o de su desprecio. ¡Pero yo no! ¡Yo si soy sensible a la mezquindad de un gesto hostil!>>

Las metáforas recorren profusamente las páginas de Pequeño teatro, expresando los sentimientos que los propios personajes temen tanto verbalizar. En el Pequeño teatro se representan las pasiones, las frustraciones y la soledad. Profunda y melancólica.


FICHA

Pequeño teatroTítulo: Pequeño teatro

Autora: Ana María Matute

Editorial: BIBLIOTEX

Año de publicación: 1954

Año de edición: 2001

                                                           Nº de páginas: 160

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